La preocupación social por seguir unas correctas pautas de higiene bucodental está aumentando en nuestro país, pero subsiste en muchos casos la duda de saber si realmente estas prácticas se están haciendo correctamente.
La acumulación de la placa bacteriana sobre las superficies de los dientes es responsable del desarrollo de las principales patologías que aparecen en la boca: la caries, las enfermedades periodontales y periimplantarias.
La realización de una técnica de higiene oral adecuada va a condicionar el mantenimiento de una buena salud bucodental y a reducir el riesgo de pérdida de dientes.
Los programas de prevención en los que el paciente es informado e instruido en la importancia de la prevención y mantenimiento a largo plazo de medidas de higiene correctas deben ser establecidos de manera rutinaria en la consulta dental.
¿Cepillo manual o eléctrico?
La eliminación de placa dental mediante el cepillado ayuda a prevenir la inflamación de las encías (gingivitis). Este cepillado dental puede realizarse con cepillos manuales (mediante diferentes técnicas) o eléctricos.
Los cepillos dentales eléctricos con aquellos que simulan el cepillado manual de diferentes maneras, tales como moverse de lado a lado o con un movimiento circular.
La recomendación de usar uno u otro dispositivo debe de proceder de los profesionales y deben ser ellos los que hagan la evaluación sobre el dispositivo más adecuado para cada paciente y en cada momento del tratamiento.
Con el cepillado dental se elimina la placa bacteriana de la cara exterior e interior de los dientes, pero no en los espacios entre los dientes. Para conseguir la limpieza de estos espacios, las alternativas más utilizadas y eficaces son la seda dental y los cepillos interdentales.
Generalmente, la seda dental se utiliza cuando el espacio que hay entre los dientes está cerrado o es muy estrecho (no se ha perdido hueso alrededor de los dientes)
Cuando existen espacios abiertos entre los dientes debido a que se ha perdido hueso de soporte de alrededor de los mismos (periodontitis), se aconseja emplear los cepillos interdentales (interproximales)
Se aconseja utilizar cepillos interdentales en función del grosor del espacio e ir cambiándolos a medida que se produzcan cambios morfológicos en la encía.
El cepillado de estas zonas completa la higiene realizada con el cepillado normal y debe ser instaurada como hábito por lo menos una vez al día, ya que no hacerlo implica dejar aproximadamente el 40% de la superficie dentaria sin limpiar.
Los colutorios o enjuagues bucales son productos básicos de la limpieza dental que ayudan a mejorar la salud de nuestra boca, pero no sustituyen al cepillado ni a la limpieza entre dientes.
Deben utilizarse al menos una vez al día, siempre despues del cepillado y mantenerlo en la boca durante 30 segundos, evitando comer ni beber nada 30 minutos después de su utilización.
Los hábitos de higiene de la población general son normalmente poco adecuados. Tiempo de cepillado corto, técnica de cepillado inadecuada y ausencia de una secuencia de cepillado ordenada son los errores más comunes detectados por los odontólogos.
Se estima que cerca de un 75% de los pacientes que acuden a las consultas dentales realizan una mala técnica de cepillado, en muchas ocasiones por falta de instrucción y formación sobre la técnica a emplear.
Dentistas e higienistas forman el equipo responsable de informar y educar a los pacientes en las técnicas de prevención e higiene oral y por su parte el paciente debe participar en el mantenimiento de su salud oral realizando las técnicas de higiene indicadas.
La técnica de cepillado puede estar indicada para un tipo de pacientes pero no es la mejor para otros, por eso es nuestro odontólogo quien debe orientarnos.
Primero debe evaluarse el cepillado que hace habitualmente el paciente, determinado si es efectivo para eliminar la placa dental y si no lesiona ni dientes ni encías. Una técnica inadecuada, en la que se mueve el cepillo en sentido horizontal, podría llegar a descubrir la raíz de los dientes, crear más desprotección ante la caries y crear concavidades en ellos que pueden llegar a afectar al nervio del diente; todo ellos, supondría no solo un problema estético, sino que también aumentaría el riesgo de sensibilidad al comer alimentos fríos y calientes, que seguiría agravándose si no se corrige la técnica de cepillado.