El verdadero sentido de toda clínica dental es la prestación de salud bucodental a sus pacientes y de la gestión que de este fin se haga, dependerá la rentabilidad de la empresa.
En otras palabras, las ganancias no pueden ser nunca un objetivo sino el resultado de un trabajo bien prestado y bien gestionado en su ejecución, que hace que la empresa adquiera liquidez para seguir creciendo en su infraestructura o recursos para mejorar continuamente su principal función y razón de existencia: servir a la sociedad en la que se encuentra.
Esta reflexión teórica nos invita a recordar también que la empresa odontológica debe orientar sus procedimientos hacia el cliente y hacia la satisfacción de éste, pues ésta es la mejor forma, y no la orientación hacia los objetivos exclusivamente mercantilistas, de obtener unas ganancias.