Es una técnica que surge ante la necesidad de ayudar a aquellos que sienten ansiedad al acudir a una consulta odontológica.
Es un procedimiento mediante el cual se alivia esa intranquilidad del paciente y se garantiza una experiencia cómoda durante la ejecución de un tratamiento dental. Permite al usuario calmar sus miedos y relajarse mientras el dentista está trabajando.
¿Es igual que una anestesia general?
¡No! Para nada. En ningún momento el paciente pierde el conocimiento. Será consciente en todo momento de lo que ocurre a su alrededor, solo que se notará mucho más relajado y tranquilo y se sentirá seguro durante todo el procedimiento.
Hemos incorporado esta novedosa técnica de relajación apta para todos los públicos: adultos, niños y personas con discapacidad. Todos aquellos que se han atrevido a probarlo, ¡no se lo creen! Han podido recibir su tratamiento dental sin ningún sobresalto.