Las encías son la base de nuestros dientes y de su salud depende mucho la de nuestra dentadura ya que son el tejido conectivo que recubre la raíz de ésta y la mantiene en su posición natural.
Cuidar las encías es fácil
Sólo hay que seguir algunos hábitos que nos ayudan además a alargar la vida de los dientes.
Una de las enfermedades más comunes que ataca nuestras encías es la gingivitis, resultado de la acumulación de placa bacteriana por encima y debajo de nuestras encías. Se aconseja tratarla rápido, desde el momento que es detectada.
¿Cómo detectarla?
La gingivitis hace que la encía se inflame y se vea enrojecida, provocando una irritación de la misma. Los síntomas de la enfermedad son hinchazón, enrojecimiento, sangrado al cepillarse, mal aliento, encías retraídas y sensibles.
Estamos hablando de una enfermedad reversible, pero si no se trata a tiempo puede convertirse en periodontitis, una infección grave que retrae las encías va provocando la pérdida de hueso.
Otros amigos de la gingivitis
Determinadas prácticas y factores de riesgo favorecen la aparición de esta enfermedad, conociéndolas podremos evitarlas:
- Tabaquismo
- Una alimentación
- Tener la boca seca.
- Restauraciones dentales mal realizadas que impiden una correcta higiene
- Enfermedades que disminuyen la inmunidad.
- Determinados medicamentos.
- Cambios hormonales de nuestro cuerpo
- Nuestra genética.
- La edad avanzada.
¡Una buena higiene bucal nunca falla!
Si eliminamos diariamente los restos de comida de nuestros dientes y encías con un cepillado, mínimo de dos veces al día, y además usamos hilo dental, se lo pondremos más difícil al sarro a la hora de acumularse en dientes y encías. Esto y una visita cada seis meses o un año al dentista, ayudará a prevenir gran parte de los problemas bucales.